Previo a cualquier acto autodeterminado de conducta, hay siempre una etapa de examen y deliberación a la que podemos llamar: la definición de la situación. Y realmente, no sólo los actos concretos dependen de la definición de la situación, sino que gradualmente toda la línea de la vida y la personalidad del mismo individuo se siguen de una serie de tales definiciones.